Lo que hay que rendir a Dios

Rendir lo que le pertenece a Dios.

Malaquías 3 (Traducción en lenguaje actual)

7»Ustedes me preguntan: “¿Y de qué tenemos que arrepentirnos?”8 Yo les respondo: “No es fácil que alguien me robe; sin embargo, ¡ustedes me han robado!”

»Todavía se atreven a preguntarme: “¿Y qué te hemos robado?” Pues escúchenme bien: ¡Me han robado porque han dejado de darme el diezmo y las ofrendas! 9 Todos ustedes, como nación, me han robado; por eso yo los maldigo a todos ustedes, también como nación.

10 »Traigan a mi templo sus diezmos, y échenlos en el cofre de las ofrendas; así no les faltará alimento. ¡Pónganme a prueba con esto! Verán que abriré las ventanas del cielo, y les enviaré abundantes lluvias. 11-12 Además, alejaré de sus campos las plagas de insectos que destruyen sus cosechas y sus viñedos. Tendrán entonces un país muy hermoso, y todas las naciones los considerarán muy dichosos. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré.

Aquí Dios habla de lo que sucede cuando diezmamos y cuando no diezmamos y no, diezmar se convierte en un asunto de obediencia que nosotros debemos decidir aceptar o rechazar, si lo aceptamos estamos probando a Dios (de hecho es el único versículo donde Dios dice que le probemos) para poder ver su fidelidad como nuestro proveedor, el abre las ventanas de los cielos y derrama bendición hasta que sobreabunde y aleja de nuestra economía todo aquello que produce fugas de dinero, si le rechazamos nos estamos perdiendo de estas bendiciones.

Diezmar no debe ser impuesto por ningún hombre, nadie te puede obligar a hacerlo, sólo tus convicciones sobre las verdades bíblicas harán que tu puedas experimentar estas bendiciones, mi experiencia personal es que desde que comence a diezmar nunca me ha faltado nada, siempre he visto Su provisión, me rinde más el dinero, se me habren puertas para comprar lo que necesito sin tener que pagar de mas y anque hay períodos de escazes jamás nos hemos quedado en la pobreza, osea sin tener que comer, vestir o sin un techo donde vivir.

Hay que probar a Dios para ver su mano proveedora.

El diezmo es el 10% de todas tus entradas Deuteronomio 14:22

Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rinda tu campo cada año.

1 Samuel 8:15 Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos.

¿Para qué usa las Iglesia el Diezmo y las ofrendas?

1. Para pago del sueldo del pastor y otros obreros de la Palabra
2. Para pago de renta, utilidades, materiales, etc.
3. Para enviar misioneros a las naciones, etc, etc

Las ofrendas a diferencia del diezmo no tienen un porcentaje, las ofrendas nacen del corazón agradecido con Dios por ser nuestro proveedor, las ofrendas son voluntarias nadie te debe imponer que lo hagas, tu ofrenda debe salir de tu corazón, debe ser sincera y darse con alegría y no por necesidad, osea que no hay que dar con el fin de recibir, aunque está claro que cuando tu das siempre hay un retorno, porque Dios no necesita nada de nosotros, El es el dueño del oro la plata, así que diezmar y ofrendar es sólo una demostración de nuestro amor a El, de nuestro reconocimiento de que todas las cosas vienen de El y de que somos obedientes, ahora cito algunos versículos bíblicos que hablan de todo esto:

2 Corintios 9:7
Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre

Éxodo 35:29
Los hijos de Israel, todos los hombres y mujeres cuyo corazón los movía a traer algo para toda la obra que el SEÑOR había ordenado por medio de Moisés que se hiciera, trajeron una ofrenda voluntaria al SEÑOR.

Éxodo 36:3
Y recibieron de Moisés todas las ofrendas que los hijos de Israel habían traído para hacer la obra de la construcción del santuario. Y ellos seguían trayéndoleofrendas voluntarias cada mañana

2 Corintios 9:5-7

Traducción en lenguaje actual (TLA)

5 Por eso, he creído necesario mandar a estos hermanos antes de que yo vaya a verlos. Ellos pueden ayudarlos a juntar la ofrenda que ustedes prometieron. Así ustedes mostrarán que dan con gusto y por amor, y no por obligación.

Demos con alegría

6 Acuérdense de esto: «El que da poco, recibe poco; el que da mucho, recibe mucho.»7 Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría!

Hay que ser equilibrados, Dios nos ha dado el derecho de ser administradores de lo que el nos provee, entonces hay que ser sabios, si alguién te quiere imponer que ofrendes una cantidad de dinero hay que tener cuidado, porque las ofrendas son voluntarias, no podemos además dejar de proveer a la familia porque dimos todo en la iglesia, Dios nos llama a ser sabios y a ser equilibrados en nuestra manera de vivir .

1 Timoteo 5:8
Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo

1 Corintios 4:2
Ahora bien, además se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel

Dios no puede ser engañado, El ve las intenciones de los corazones, Dios no le impresionan las grandes ofrendas, a Dios le impresiona un corazón sincero, La economía de Dios se basa en porcentajes y no en cantidades

Lucas 21:1-3

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

La ofrenda de la viuda

1 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.

2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas.

3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.

Antes de rendir nuestra economía a El hay cosas más importantes que rendirle, lo más importante es rendir el corazón, reconocer primeramente que somos pecadores, reconocer que Jesucristo se hizo hombre y vino y murió en la cruz del Calvario para ofrecernos salvación, reconocer que sin El no podemos vivir, esta decisión es más importante que cualquier otra y te abre las puertas a experimentar todos los beneficios que Jesucristo nos da atravez de su obra redentora: Salvación, libración, sanidad, gozo, paz, etc.

La palabra de Dios dice:

Romanos 3:23-24

La Biblia de las Américas (LBLA)

23 por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios,

24 siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús

Romanos 5:8
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros

Romanos 10:8-10

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:

9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Así que si tu quieres hoy rendir tu vida a Cristo tienes que confesarlos con tu boca y esto se hace por medio de una oración, si este es tu deseo repite en voz alta la siguiente oración:

Dios, reconzco que he pecado, que he hecho cosas malas y te pido que perdones todos mis pecados, y me limpies de toda maldad, acepto a Jesucristo en mi corazón, lo reconozco como mi único y suiciente Salvador, te pido que me guies a vivir una vida nueva conforme a tus principios y a tu verdad, en el nombre de Cristo Jesús, Amén

Medita lo siguiente:

Esto es lo que Dios quiere para ti, no un cambio de religión sino un cambio de estilo de vida, una nueva vida

Juan 3

Traducción en lenguaje actual (TLA)

Jesús y Nicodemo

3:1-2 Una noche, un fariseo llamado Nicodemo, que era líder de los judíos, fue a visitar a Jesús y le dijo:

—Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, pues nadie podría hacer los milagros que tú haces si Dios no estuviera con él.

3 Jesús le dijo:

—Te aseguro que si una persona no nace de nuevo[a]no podrá ver el reino de Dios.

4 Nicodemo le preguntó:

—¿Cómo puede volver a nacer alguien que ya es viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez en el vientre de su madre?

5 Jesús le respondió:

—Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu.7 No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo. 8 El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su sonido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así también sucede con todos los que nacen del Espíritu.

9 Nicodemo volvió a preguntarle:

—¿Cómo puede suceder esto?

10 Jesús le contestó:

—Tú eres un maestro famoso en Israel, y ¿no lo sabes? 11 Te aseguro que nosotros sabemos lo que decimos, porque lo hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos. 12 Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me creerán si les hablo de las cosas del cielo? 13 Nadie ha subido al cielo, sino solamente el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre.

14 »Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, y del mismo modo yo, el Hijo del hombre, tengo que ser levantado en alto, 15 para que todo el que crea en mí tenga vida eterna.

16 »Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla.

18 »El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios. 19 Y así es como Dios juzga: yo he venido al mundo, y soy la luz que brilla en la oscuridad, pero como la gente hacía lo malo prefirió más la oscuridad que la luz. 20 Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella, para que no se descubra lo que están haciendo. 21 Pero los que prefieren la verdad sí se acercan a la luz, pues quieren que los demás sepan que obedecen todos los mandamientos de Dios.