Estamos en un mundo donde hay
problemas, donde estamos en aflicción y donde queremos una respuesta
rápida a todos nuestros problemas.
Y es que nuestros ojos sólo ven lo que
pasa en el exterior y no examinamos nuestro interior, no
reflexionamos como estamos viviendo actualmente, no nos ponemos a
pensar que necesitamos primero sanar nuestro corazón, resolver
nuestros problemas internos, que muchas veces son las causas de los
problemas externos.
Gracias que hay un Dios tan grande que
nos puede librar de todas nuestras aflicciones, el tiene poder para
ayudarnos en cualquier problema, sólo que el quiere que primero
comencemos por resolver los internos, los del corazón.
Alguien dijo que el corazón humano
tiene forma de Dios y que sólo se puede llenar y ser pleno cuando
Dios entre en el y tiene mucha razón porque lo primero que Dios
quiere es que le entregues tu corazón y el habitar en ti, entonces
el te empezará a enseñar como orar para salir adelante de tus
problemas y aún estando en tus problemas ser feliz.
Entonces el primer paso para orar por
nuestros problemas es: orar de arrepentimiento por nuestros pecados:
Isaías 59:1
He aquí que no se ha acortado la mano de Dios para salvar, ni se ha
agravado su oído para oír;
59:2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Reconocer que somos pecadores y que necesitamos salvación: Eclesiastés 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. Que necesitamos nacer a una nueva vida o sea un nuevo estilo de vida donde Dios sea el centro de nuestras acciones: Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. , donde dependamos de El para todo lo que hagamos.
59:2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Reconocer que somos pecadores y que necesitamos salvación: Eclesiastés 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. Que necesitamos nacer a una nueva vida o sea un nuevo estilo de vida donde Dios sea el centro de nuestras acciones: Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. , donde dependamos de El para todo lo que hagamos.
Jesús nos enseñó como debe de ser
nuestra oración por medio del Padre Nuestro, que muchas veces lo
decimos pero no entendemos lo que estamos diciendo, solo lo hacemos
repetitivamente por costumbre y sin meditar lo que dice, En Mateo 6
dice:
6:6
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora
a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.6:7
Y
orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan
que por su palabrería serán oídos.6:8
No
os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de
qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Si nos damos cuenta hay que
personalizar esta oración, lo primero es exaltar a Dios y pedirle
que venga su reino o sea que venga a establecerse en tu corazón como
Rey y Señor (vr.10) una vez que lo reconoces como tu Rey será mas
fácil aceptar su voluntad en tu vida y pase lo que pase estarás
contento por que El reina en tu corazón aún y existan los problemas
(vr.10), después de aceptar su voluntad es perdonar a quienes te
hayan dañado para que El también te perdone, y por último estarás
facultado para pedir que El te libre del mal y de todos las
aflicciones que estés pasando.
Como vemos el quiere que hagamos todo
en orden, pero a veces queremos que el desaparezca nuestros problemas
y no ofrecemos nada de nuestra parte y una vez resueltos nuestros
problemas nos volvemos a olvidar de El, como se dice “sólo le
buscamos cuando nos aprieta el zapato”.
Pero ¿cómo hacer la oración de
arrepentimiento?
Primero veremos algunos versículos
bíblicos que nos ayudarán a entender la importancia del
arrepentimiento:
El
quiere que nazcamos de nuevo, que cambiemos nuestra forma de vida a
una vida dependiente de El.
Juan 3:1
Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un
principal entre los judíos.
3:2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
3:4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
3:7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
3:2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
3:4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
3:7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
Para esto hay que reconocer que todos
somos pecadores y estamos destituidos de la Gloria de Dios, que si
hoy muriéramos sin arrepentirnos no alcanzaríamos la salvación,
pero gracias a Dios podemos alcanzar salvación gratuitamente por
medio de Cristo Jesús mediante el arrepentimiento:
Romanos 3:23
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios,
3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús
3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús
No hay comentarios:
Publicar un comentario